Fundación

Fundación es una novela simbólica sobre el poder y la guerra. Hari Seldon, el creador de las leyes de la psicohistoria, una especie de determinismo histórico universal, ha concentrado una población de sabios en Terminus, un pequeño planeta improductivo al borde de la Galaxia. Terminus conseguirá mantener su independencia frente a los reinos bárbaros estelares y frente al mismo Imoerio galáctico. Trilogía de la Fundación es la historia de cómo ello fue posible.

Asimov publicó Fundación en 1951. Diez años antes los Estados Unidos se encontraban en una situación crítica; en guerra contra Alemania y Japón, saliendo de una larga recesión económica y con un Presidente desgastado y enfermo, Franklin Delano Roosevelt. Una década más tarde los Estados Unidos habían ganado la guerra en ambos frentes, sus tropas ocupaban Alemania y Japón y la recesión económica había sido sustituída por la ayuda al exterior. FDR ha fallecido en los últimos compases de la guerra y ha sido sustituído por un personaje mediocre, el Presidente Truman, que asume la responsabilidad de terminar la guerra arrojando dos bombas atómicas sobre Japón. Los Estados Unidos se encuentran a la cabeza de la tecnología y la ciencia, y Alemania y Japón a la cabeza de la destrucción. Isaac Asimov había nacido en la Unión Soviética, la tercera potencia totalitaria del siglo XX, en 1920. Fuera por los Soviets o por su condición de judíos los padres de Asimov emigraron a Nueva York. Allí Asimov cursó estudios de bioquímica y pasó la Segunda Guerra mundial trabajando en un laboratorio, en Filadelfia. También eran exiliados europeos los sabios que hicieron posible el desarrollo de la energía nuclear y la bomba atómica, como Einstein, Fermi, Niels Böhr o el matrimonio Oppenheimer. Es fácil ver en el planeta Terminus, en el que Seldon había reunido a sus sabios, como un símbolo de los Estados Unidos victoriosos.

Hay rasgos de Asimov que revelan su origen europeo. En primer lugar las que denomina "leyes de la psicohistoria", según las cuales Seldon puede averiguar el futuro, recuerdan demasiado a las leyes de la dialéctica o materialismo histórico, elaboradas por Hegel, Marx y Lenin. Por otro lado Asimov defiende el triúnfo del individuo sobre la organización, lo que corresponde a una ideo logía más bien anarquista. A lo anterior habría que unir el triunfo de la ciencia y la investigación sobre el militarismo. De hecho la novela llega a considerar la ciencia como una religión y a los técnicos como sus sacerdotes. Como corresponde a los años cincuenta en los EE.UU. Asimov coloca en la cumbre de la ciencia a la energía nuclear, ya sea para usos militares: la pistola de desintegración atómica, o civiles: la lavadora atómica o el desintegrador atómico de basuras. Con el tiempo Asimov tendría que enfrentarse -en la realidad no en las novelas- con los enemigos de ese tipo de energía.

Aparte de su valor simbólico Fundación es una novela de aventuras, con héroes y villanos, muy fácil de leer. Hay que reconocer en el autor una fantasía y sentido de la anticipación que hacen de él un Julio Verne del siglo XX.