Gran sol

Retrata la vida difícil y azarosa de un grupo de marineros, con un estilo claro y coloquial, que permite recrear, como si de un documental se tratara, los días y las noches, aventuras y desventuras de estos hombres dedicados a la pesca de altura.
 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1997 Noguer
224
9788427905153
2001 Alfaguara
304
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.25
Average: 3.3 (4 votes)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

4 valoraciones

Género: 
Tema(s): 

Comentarios

Imagen de Porto

Estoy de acuerdo en todo lo que dices. Me parece que la novela merece la pena ser leída ya que es un ejemplo de narración tremendamente realista, sin caer en la chabacanería y en lugares comunes, ejemplo de buen escribir de una época. Es interesante ver la soledad de los patrones, que está maravillosamente descrita, las virtudes y los defectos de cada de los tripulantes, el sentido del deber, etc. El final trágico tampoco quita valor a la acción y no la convierte en melodrama.

Imagen de cdl

Refleja esta novela la vida de los pescadores de altura del Cantábrico que faenan en aguas del Atlántico Norte en la pesca del bacalao. La épica humilde de la batalla por la subsistencia, de la continua añoranza del hogar en tierra y de la emoción ante la perspectiva de una generosa captura quedan noveladas con técnica segura y estilo vigoso,de medida crudeza léxica
Escribió Gran Sol Ignacio Aldecoa en 1957, como primer volumen de una trilogía que se planteó realizar sobre la mar y el oficio de pescador. Pero su muerte, con 44 años, dio al traste con el proyecto. Gran Sol recibió el Premio de la Crítica 1958.
Esta novela, junto a El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio y Duelo en el Paraíso, de Juan Goytisolo, tal vez representen la cumbre del realismo social en la novela española.

Aldecoa nació en Vitoria en 1925, el mismo año que Ortega y Gasset publicaba La deshumanización del arte, un ensayo que para muchos sería un hito en el desarrollo del vanguardismo español, aunque el autor nunca pretendió nada parecido.

Gran Sol retrata o, mejor, pinta con todo lujo de detalles, como las telas de Antonio López, la vida difícil y azarosa de los marineros, de un grupo de marineros, con un estilo claro y coloquial, que permite recrear, como si de un documental se tratara, los días y las noches, aventuras y desventuras de estos hombres dedicados a la pesca de altura. Es imprescindible leer Gran Sol para recibir las múltiples sensaciones que proporciona el relato; es imposible trasmitirlas.