La figura de Juan Pablo II sobresale por su grandeza. Ni la enfermedad, ni la debilidad con que aparece en algunas ocasiones a causa de sus achaques y la vejez, han conseguido empequeñecerlo. "Karol il Grande" es el título del original italiano que no se ha conservado en la edición castellana. Porque Juan Pablo II recuerda a aquellos Papas de los primeros siglos que han pasado a la historia con el calificativo de "Magno", como san León o san Gregorio.
Comentarios
Domenico del Rio, que ha escrito cinco libros sobre el Pontificado de Juan Pablo II, ha ido convirtiéndose al paso de este Papa. Siguiéndolo en la actualidad vaticana, desde su posición de periodista (siempre veraz pero no siempre entusiasta), y acompañándolo en sus múltiples viajes apostólicos, ha quedado conmovido por su persona. ¡Cuántas personas, como el autor de este libro, no deberán su fe al testimonio personal de Karol Wojtyla! Al ser la quinta vez que el autor se enfrentaba con la biografía esta aparece especialmente pulida. Se han retirado muchos aspectos anecdóticos para mostrar lo más nítido de su figura y dejar transparentar, a través de los acontecimientos que se narran, la fuerza espiritual, la fe y la vida de oración que mueven a Juan Pablo II. De alguna manera se nos revela el misterio de su grandeza. En breves pinceladas el autor recuerda lo esencial cuando habla, por ejemplo, de las horas de oración que pasaba el joven Wojtyla en las canteras de Solvay, cuando la invasión alemana, o recuerda que al ser nombrado Obispo se retiró a la catedral de Cracowia hasta el anochecer…
Sí, Juan Pablo II es Grande y mucho. En él se ha manifestado como Dios sigue acompañando a su Iglesia. No sólo sus viajes, sino la solidez de su Magisterio, que ha reafirmado el valor y perennidad de la fe y no ha transigido ni con los teólogos liberales ni con los filomarxistas. Un Papa que ha encandilado a millones de católicos y no católicos por su cercanía, su autenticidad y por ser el líder más grande de los últimos tiempos. Tras el cuerpo ahora marchito de este Papa se reconoce la fuerza de la verdad y del Amor a Dios.
Domenico del Rio falleció poco antes de que se publicara este libro. Es lo último que escribió. En el lecho de muerte le dijo a su amigo Luigi Accattoli, que prologa el libro: “Querría hacer saber al Papa todo lo que le agradezco, mira a ver si tú puedes hacérselo saber. Que le agradezco, con humildad, por haberme ayudado a creer”. Probablemente es esta una de las cosas más grandes que se pueden decir de alguien y recuerdan el mandato que Jesús dio a Pedro de confortar a sus hermanos.
El libro está escrito con amenidad, nada recargado y es de muy fácil y agradable lectura. Sin ser exhaustivo en detalles permite una visión muy acertada de Juan Pablo II que es, sin duda, el personaje más imponente del siglo XX.
Juan Hernández (www.archimadrid.es)