La cábala

Hablar de Thornton Wilder es hablar de una de las figuras señeras de la literatura americana. En esta,  su primera novela, aborda una temática un tanto enigmática y, en cierto sentido, arriesgada: la Cábala, por lo que tiene de secreto y de poder en la sombra.

Con fina intuición y una prosa cuidada y culta, aborda y relata una serie de acontecimientos, en un sucederse superficial y cuasi frívolo, en lo que cifra la acción de la cábala que queda reducida a un cenáculo de señoras ricas y nobles con mayor o menor  influencia en la sociedad, la política, las finanzas, la Iglesia…

Wilder se centra más en la historia/biografía, dibujada con amplios trazos, de dichas señoras, y lo hace con maestría, dejando en penumbra su poder e influencia, que apenas queda esbozado a través de los avatares personales de las protagonistas.

En este sentido, el argumento provoca una cierta desilusión: todo se reduce a tertulias, cenas, actos sociales sin apenas abordar el meollo de lo que todos imaginamos como el poder e influencia de la cábala.

Se argumenta repetidamente que las señoras que forman la cábala son inteligentísimas, pero este rasgo queda difuminado, sólo enunciado, sin materializarse en diálogos vivos y chispeantes: sin mostrar un cuerpo teórico que dé cohesión a la cábala. Tan solo, al final del relato, relaciona el espíritu de la cábala con el mito de la existencia de dioses paganos que siguen activos en la sociedad actual, y que el presente discurrir de sus vidas, por su poca influencia deciden ellos mismos poner fin a su existencia presente.

Es una novela para un cierto nivel de formación y cultura.