Desde los tres años Caroline Oresteia, Caro, ha navegado con su padre, Nicandros, por las tierras fluviales. Nicandros patronea la balandra Cormorán, una nave de carga con la que también hace contrabando. Caro es la primera oficial y completa la tripulación Fee, un híbrido de hombre y anfibio.
Caroline va a realizar su primer viaje como capitana del Cormorán, pero unos piratas del río, los Perros Negros, buscan la balandra para hacerse con su carga.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2018 | V&R Editoras (México) |
408 |
978-987-747-394-0 |
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Las novelas sobre barcos y
Las novelas sobre barcos y piratería siempre han tenido aceptación; desde La isla del tesoro de R.L.Stevenson, la Rebelión del Bounty de Nordoff-Hall o la saga del Capitán Aubrey de Patrick O'Brian. La autora de La canción de la corriente reside en Nueva Orleans, lo que parece explicar sus amplios conocimientos sobre navegación fluvial, comercio, contrabando y piratería. El río es el hogar de los balandreros que se desean entre si "que la corriente te guíe".
La autora mezcla el ambiente fluvial con una dosis razonable de literatura fantástica y mágica a través de los hombres-rana, los seres de la noche o el dios del río. De vez en cuando introduce algún tipo de máxima de tipo sapiencial como cuando afirma que el destino nos habla a través de las cosas pequeñas o que no hay que juzgar a las personas por sus palabras sino por sus actos. Es el tipo de frases que queda grabado en la mente de un lector joven y, en ese sentido, el libro es educativo.
La canción de la corriente es una novela juvenil, de entretenimiento, y se lee con facilidad. La autora ha publicado una continuación con el título de El susurro de la marea, que al parecer reúne a los mismos personajes. Hoy existe la costumbre de proporcionar a los libros uno o varios subtítulos que aclaren su contenido. En este caso el subtítulo es absurdo: El destino es una travesía. No aclara nada sobre el contenido ni parece que tenga nada que ver con el título.
Quiero señalar un detalle que no me ha agradado. La editora señala con lo que pretende ser humor, que Sarah Tolcser está casada... con tres gatos. por su parte la autora dedica la novela a la memoria de mi abuela Bárbara. Ninguna de las dos parece darse cuenta de la contradicción: si Bárbara se hubiera casado... con tres gatos, no hubiera habido ni abuela, ni nieta, ni historia. Los hombres y mujeres de hoy valoran la familia como un lugar al que siempre se puede volver, fuente de un cariño desinteresado, pero no se sienten capaces de fundar nuevas familias por los riesgos y sacrificios que ello podría comportar. Hoy el ambiente social favorece más deshacer familias que construirlas. En el futuro las únicas familias serán... de gatos.