La comedia de magia

Paradójicamente, en el Siglo de las Luces, la comedia de magia tuvo gran aceptación, procedente de Italia en su origen, con influencias también de la comedia del Siglo de Oro. Fernando Doménech ha editado dos comedias de este género: una que se puede considerar como la iniciadora de una larga serie ("Duendes son alcahuestes y el Espíritu Foleto", de Antonio de Zamora) y otra de uno de los autores más prolíficos de la primera mitad del siglo XVIII ("El asombro de la Francia, Marta la Romarantina", de José de Cañizares). Comedias de enredo, con las peculiares intervenciones de duendes o magos, y abundancia de espectaculares recursos escénicos. Dos obras para entretener, de dos autores que dominaban tanto la versificación como los métodos teatrales. Son un ejemplo de un género poco conocido actualmente, pero que, en su tiempo, fue muy aplaudido por el público y denostado por los ilustrados. Para aquellos a quienes interese la historia y la evolución del teatro en la literatura española, porque no es fácil encontrar ediciones de este tipo de comedias.