La amistad entre un adolescente y un anciano farero que te llevará de viaje hasta la lejana tierra de Ceilán.
Es la primera vez que Fernando va de vacaciones sin sus padres. Este año necesita tranquilidad, alejarse de su teléfono y de sus problemas, así que decide pasar el verano con Baltasar, el viejo farero con el que su familia lleva toda la vida hospedándose. Allí será donde averigüe que el anciano, aunque al principio se resiste a contar sus secretos, ha vivido una vida fascinante. De joven fue marinero, y en sus viajes (que poco a poco irá narrándole a Fernando) descubrió de todo: costas impresionantes, buques fantasma, piedras preciosas e incluso el amor. Al fin y al cabo, su fiel barco no se llama La Dama de Ceilán por nada...
Comentarios
Novela juvenil sobre la
Novela juvenil sobre la amistad entre un adolescente y un viejo farero durante unos días de verano. En conjunto, se trata de una obra poco recomendable ya que no hay aspectos positivos o relevantes para aconsejar su lectura a los jóvenes (a partir de 15 años, edad del protagonista). De forma superficial, se alude a problemas personales y adicción al juego del joven protagonista, pero sin profundizar en esta cuestión que podría ser de gran interés. Con respecto a la vida familiar, se deja traslucir que tanto el padre como la madre mantienen relaciones extramatrimoniales (p. 159) y no hay explicación o justificación sobre ello. En cuanto al viejo farero, que padece una enfermedad terminal, le cuenta al chico una antigua historia de amor de juventud, que en definitiva no es lo que parece, y el final de la obra queda abierto a un posible suicidio del farero a causa de la edad, la soledad y su enfermedad. A todo ello, hay que añadir algunos comentarios de carácter político y religioso (sobre la Guerra Civil española, los curas, los ermitaños, las creencias religiosas) con una gran carga asertiva que parece no admitir otras posibilidades.