La fábula de la alforja robada

El relato se reparte entre nueve capítulos, cada uno con uno de los personajes que viajan en la caravana (el ladrón, la novia, el jefe, el cambista, la esclava, etc…). En todos los largos capítulos se narra la misma historia pero desde la óptica del personaje en cuestión.
En este libro la autora enfrenta a nueve personajes, torturados por sus dudas vitales, con su destino. Es una novela de historias de vidas entrecruzadas a través de magistrales descripciones e intrigas. Es una novela llena de matices lo que la convierte en una obra original. Recuerda el mundo de Las Mil y una Noches.
La edición es buena, la letra tiene suficiente tamaño y claridad. No obstante, la larga extensión de sus capítulos, o el abuso de vocabulario original en medio de la narración (Sabih, falasha, takhteravan, hajj, etc…), a pesar de que se aclara su significado en un Glosario final, además de la posible ignorancia en las costumbres orientales, puede hacer un poco penosa su lectura.
Este libro se inspira en el lenguaje, las metáforas, los símbolos y las tradiciones de un número importante de libros considerados sagrados en las grandes religiones del mundo: hinduismo, budismo, Confucio, tradiciones asociadas al Corán…
En boca de sus protagonistas vemos prejuicios hacia la mujer, fanatismo, pasiones, ambición, astucia, etc…
De pasada, sin ahondar en ello, no deja bien a la religión Católica, ni tampoco al mundo occidental.
Gustará a los aficionados al género.