El relato ofrece un interesante retrato psicosocial de la aristocracia inglesa de finales del siglo XIX. La acción se centra en la figura de una mujer soltera cuya edad se aproxima la treintena. Huérfana, atractiva, de buen carácter y de tan ilustre origen como de escasos recursos económicos, sobrevive en una modesta pensión de un también modesto barrio de Londres, a base de ayudar a damas de noble cuna en asuntos tales como encontrar una gobernanta fiable o actuar de secretaria en una organización benéfica. Por azar, en su trato con la aristocracia, atrae la atención de un marqués, viudo sin hijos, con el que contrae matrimonio dando a su vida un giro sustancial.