Crónica de la reconquista del Sudán por el ejército británico. El relato tiene lugar entre 1885 y 1899 y se abre con un análisis de la situación política. Gran Bretaña se había quedado sola apoyando al Gobierno egipcio, mientras un caudillo religioso y militar, el Mahdi, conquistaba el alto Nilo. El pueblo británico no deseaba nuevas aventuras coloniales y fue el general Gordon, al negarse a evacuar Jartum, el que forzó la guerra contra los derviches.
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En 1885 el general británico Gordon se encontraba en Jartum a petición del gobierno egipcio. Su misión era defender la ciudad de las tropas del Mahdi, un caudillo que había unido a las tribus árabes del Sudán contra los egipcios. Para la defensa de la ciudad Gordon contaba con tropas egipcias y sudanesas de escasa calidad militar; pero aun así fue capaz de mantenerse durante casi un año. Cuando por fin la expedición británica que debía rescatarle se encontraba a dos días de marcha, las tropas del Mahdi asaltaron la ciudad, asesinaron a Gordon y la expedición de rescate se retiró. Durante diez años el ejército británico formó nuevas unidades egipcias y sudanesas; mejoró la calidad de los soldados; acumuló pertrechos y víveres para un ejército que debía atravesar el desierto; situó cañoneras en el Nilo y, sobre todo, reconstruyó el ferrocarril que debía aprovisionar a las tropas. El tendido había de ir prolongándose a medida que avanzasen los soldados. La fuerza estaba bajo el mando del general Kitchener. Entretanto el Mahdi había muerto sucediéndole Abdullah, su lugarteniente. Abdullah concentró sus tropas en Omdurman, su nueva capital, y esperó a los británicos. Allí se encontraron los ejércitos el 2 de septiembre de 1898. El ejército anglo egipcio tenía mejor armamento y contaba con el apoyo de las cañoneras desde el rio, pero los árabes eran innumerables y estaban bien dirigidos. Ninguno de los ejércitos flaqueó y los árabes fueron derrotados en medio de una gran matanza. Abdullah escapó y todavía hubo de pasar un año hasta que se produjo la batalla definitiva en la que murieron el Califa y sus lugartenientes. Churchill había combatido con el 21 Regimiento de lanceros y publicó su libro en 1899. En 1962 autorizó la actual versión abreviada. En el Prólogo, su nieto afirma que es la obra más emocionante de su abuelo. El editor habla de "prosa hipnótica". La guerra del Nilo fue una de las últimas grandes victorias del Imperio Británico; hoy, cuando Occidente se enfrenta a los islamistas en Irak y Afganistán, la historia de la reconquista del Sudán supone un interesante recuerdo.