Ceferino, un gallego, conoce a Gloria, una hermosa y salada monja andaluza de la que se enamora. Luego descubre que la tal Gloria en realidad es una rebeldilla que no tiene grandes intenciones de permanecer en el convento y se traslada a Sevilla para intentar estar allí cuando ella salga. El libro cuenta los esfuerzos del protagonista por enamorar a la sevillana y por conseguir casarse con ella.
Comentarios
Entre las virtudes de la novela encuentro, en primer lugar, la facilidad del narrador (es en primera persona) para ponerse en ridículo a sí mismo (sin ningún reparo y conservando su dignidad), en segundo lugar, los diálogos (especialmente los de los enamorados, llenos de contrastes y de pullas). Entre los defectos una fragilidad argumental (los vaivenes de los amores son de poca entidad objetiva, aunque subjetivamente cualquier vaivén amoroso pueda ser de gravedad máxima) y la frivolidad religiosa: Palacio Valdés, aun siendo cristiano, parece no entender la entrega a Dios: ninguna monja o sacerdote en la novela resulta atractivo o comprensible; todos son personajes afectados o de dudosa vocación.