La infancia de Jesús

Este tercer libro del Papa sobre Jesús es sensiblemente más corto, como era de prever, y algo más sencillo, aun cuando mantiene el mismo tono teológico y exegético de los anteriores. Ratzinger ayuda a profundizar en los sentidos teológicos de muchas escenas que hemos contemplado infinidad de veces, aunque no sea más que en la observación de los belenes. Hay un punto en el que se muestra como el Papa humilde, o el teólogo humilde, porque reconoce que no tiene una solución para la contradicción aparente entre el “no conozco varón” de la Virgen en la Anunciación, y el hecho de estar desposada con José. No le convence la solución adoptada por San Agustín y recogida desde entonces por la mayoría de los autores, incluido Juan Pablo II. Pero son cuestiones opinables y ahí quedan, para la discusión de teólogos y de aficionados, que también podemos.

Benedicto XVI nos ofrece un relato sosegado y profundo acerca de la infancia de Jesús que se mueve en dos planos. El primero es el diálogo con los exegeteas de los siglos XIX Y XX en el que el Papa resume las aportaciones reales de estos siglos. En segundo lugar, el Papa aporta su belliisima oración y síntesis personal.