La piel

Al leer la sinopsis pudiera pensarse que "La piel" es una novela de aventuras; y nada más lejos. Se trata de una serie de relatos que tienen como telón de fondo la Segunda Guerra Mundial en Italia. La amargura de Malaparte es inmensa al narrar la euforia de los italianos por haber sido derrotados; la degradación de los napolitanos -un pueblo que Malaparte considera que hasta el momento había vivido la guerra con dignidad- ante los vencedores, y la contradicción entre la muerte, la miseria y el deseo de vivir de los protagonistas.

Hay dos o tres episodios excelentes. Así cuando el autor describe el "maquis homosexual", un grupo de personajes de distintas nacionalidades que se reúnen en Nápoles después de haber contribuído a la victoria de los Aliados. A partir de ellos el autor especula sobre la atracción que ejerce el comunismo sobre las nuevas generaciones, de origen burgués cuando no nobililiario como es el caso de este grupo. Resulta conmovedor el relato de la muerte de Fred, un soldado norteamericano herido, mientras sus compañeros hacen teatro para que no se dé cuenta de que no va a sobrevivir. Por último, es cómico el episodio de un cura, en Florencia, que expulsa a escobazos a un grupo de partisanos que están ejecutando a jóvenes fascistas a la puerta de su iglesia: "Estos granujas son buena gente, han sufrido y, en cierto modo, los comprendo; pero el hecho de ser vencedores los ha estropeado. En cuanto un cristiano es vencedor se olvida de que es cristiano" -explica a Malaparte.

El atractivo de esta novela reside en la excelente prosa del autor, que no cansa; en la mezcla de hechos y reflexiones, posiblemente exageradas; el dibujo del ambiente y la implicación del autor en el relato. Ante la amargura y el dolor Malaparte desarrolla un cierta tesis nihilista, según la cual lo único que importa es "la piel", o dicho vulgarmente "salvar el pellejo", porque lo demás del hombre es insalvable. Quizá por esta tesis nihilista el libro estuvo en el Index de los libros prohibidos. Malaparte comenzó su actuación política con el fascismo, después fue aliadófilo y terminó próximo al comunismo. Ello demuestra que, a parte de ser buen escritor, no fue demasiado equilibrado.