La playa de Pekín

Esta novela publicada en 1996, sorprende desde el principio por su simpatía. Utilizando alternativamente dos voces, las de Matías Briz y Sofía, Miñana nos cuenta el regreso a Barcelona desde los Estados Unidos de una estudiante de Derecho y su reencuentro con el antiguo amante de su madre: Matías hizo las veces de padre para ella en su infancia y adolescencia y ahora trabaja de camarero en un hotel barcelonés. La historia avanza lentamente y completa su pasado mediante recuerdos puntuales: el diálogo entre la memoria de los dos protagonistas. Un cuadro del pintor Nonell servirá de elemento recurrente en el relato: una marina de una de las playas de Barcelona que posee la virtud de permitir meterse en ella y descansar. El grito ácrata Levantad el asfalto, debajo hay playas resume la filosofía de la vida que subyace en estas páginas: las punzantes esquinas de la realidad están suavizadas de continuo por la alegría de vivir y, al final, por el amor, que todo lo enmascara.