Libro sorprendente, por su estilo y su contenido. Un periodista alemán, Peter Seewald, entra a fondo en la vida, la actuación y el pensamiento del entoces Cardenal Joseph Ratzinger: su infancia, aficiones y familia; su vocación sacerdotal y actividad teológica; su intervención en el Concilio Vaticano II, su trabajo como arzobispo de Munich y, luego, al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Las cuestiones más candentes (teología de la liberación, bioética, celibato sacerdotal, disidencia...) lo mismo que la situación de la Iglesia en diversos países y sus relaciones con otras religiones... todo lo aborda el Cardenal con franqueza y serenidad, sin rehuir ninguna pregunta por dolorosa o incómoda que resulte.
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El que quiera conocer a Benedicto XVI que lea este libro. Facil,ameno y profundo,muy profundo. Con la agudeza de un profesor universitario acostumbrado a llevar a la audiencia a su terreno,el cardenal desgrana temas de moral y doctrina católica con naturalidad y expone sin complejos la riqueza del cristianismo y ahonda en la importaancia de la fidelidad al mensaje en este convulso mu8nod actual,en el que parece que todo es relativo y no hay verdad en ningun sitio.
Su interlocutor es el periodista alemán Peter Seewald, que ha sido redactor de Der Spiegel y Stern, quien se hace portavoz de críticas habituales contra la Iglesia. A partir de sus preguntas, el cardenal pasa revista a numerosos temas relacionados con la vida de la Iglesia y de la sociedad contemporánea. Es inevitable hacer una comparación con el Informe sobre la fe, el primer libro-entrevista con el cardenal. Como se recordará, en 1985 causó gran impacto este libro, escrito por Vittorio Messori después de haber pasado varios días de coloquio en los Alpes tiroleses con el prefecto -por aquel entonces, casi recién nombrado- de la más importante Congregación vaticana. Era la primera vez que una personalidad de alto nivel de la Santa Sede abordaba abiertamente la crisis de la Iglesia tras el Concilio Vaticano II.
Quizá una primera diferencia de La sal de la tierra con el anterior es que ahora se trata de simples preguntas y respuestas, y no de un texto reelaborado por el periodista. Al confrontar los dos libros, salta a la vista que muchos temas de fondo siguen siendo los mismos (ahora quizá más agudizados) y que en otros se han verificado los pronósticos del cardenal (por ejemplo, en materia moral, teológica, litúrgica, etc.).