Es un libro de testimonios y reportaje sobre el genocidio de los hutus a los tutsi ruandeses, en 1994. Recoge retazos de entrevistas, testimonios, observaciones y datos que de una manera fragmentaria y ágil obtuvo en dos viajes que efectuó a ese país en 1998. El conjunto constituye un mosaico sencillo, pero muy sugerente y descriptivo sobre aquellos horrorosos días. En algún momento quedan detalles un tanto deshilachados que introducen una pequeña dificultad de comprensión, al no explicar todos los antecedentes. Las perspectivas del panorama que presenta el libro son variadas: las víctimas y sus familiares, los asesinos y colaboradores; los hijos de todos ellos; las represalias, los intentos y las dificultades para hacer justicia...Un entramado de relaciones, conductas y sentimientos humanos muy afectados por las secuelas personales y sociales de dicha hecatombe humana. (de Ángel García Prieto)
Comentarios
Es un libro duro, crudo, aunque no se recrea ni explaya en descripciones pormenorizadas de los asesinatos, violaciones, latrocinios y violencias que durante cien días conmovieron al pequeño país subsahariano. Muestra la sensación de culpabilidad personal y social, de los supervivientes, “el olor a muerte” que aún queda en el ambiente. Puesto que en definitiva todos los ruandeses fueron implicados por una incomprensible psicosis colectiva de odio programado, e incluso los que no participaron ni fueron víctimas se pueden sentir desertores o cobardes. Todo ello quizá puede responder la idea: “No tengas miedo de saber. Sólo de la impunidad nace la muerte”, como para conjurar y defenderse ante la amenaza de una nueva visita del odio que desde 1959 ha producido varias terribles matanzas interétnicas entre tutsis y hutus en Ruanda y en Burundi.
(de Ángel García Prieto)