Charo despierta sumida en el desconcierto. veloces imágenes se proyectan en su mente: la piscina, el hotel, una llamada... y ahora yace, presa de una desagradable sensación de angustia y frío en una pequeña habitación maloliente. Siente pánico. ¿Dónde está? ¿Estará aún en Ammán? y, sobre todo, ¿quién y por qué la habrán encerrado allí?
Una novela de intriga que mantiene la tensión del lector hasta el inquietante final.
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Los hechos se desarrollan en Jordania y narran los secuestros de un periodista y de su hija, por parte de terroristas y de beduinos respectivamente. Se trata de un relato descompensado por la desproporción que existe entre el desarrollo de la trama y su precipitado desenlace final. Es increíble que, después de tanta atrocidad, secuestros y terrorismo, la resolución final concluya con tanta ligereza, ¿dónde ha quedado la "justicia poética"? En efecto, en muchas de las acciones, predomina la angustia, la violencia, la tortura y, finalmente, una muerte innecesaria que se zanja, sin mayores problemas, con la aparición de la misma en una escueta noticia en los periódicos: "Ayer fue encontrado el cadáver de una joven cerca del oasis de Azraq con un disparo en la cabeza". Junto a todo ello, el enamoramiento de la protagonista hacia uno de sus secuestradores (recordando el estilo de la "novela rosa"), deja un poco perplejos a los lectores al ver semejante mezcla de géneros literarios.