Lumen ha publicado en un volumen único los seis artículos sobre Londres que Virginia Woolf escribió en 1931 para la revista británica 'Goodhousekeeping', incluido 'Retrato de una londinense', que se creía perdido y, por tanto, no había aparecido en las dos únicos ediciones anteriores de estos textos, firmadas por Frank Hallam en Estados Unidos (1975) y Random House en Gran Bretaña (1982).
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Los relatos son una descripción personal de los paisajes y gentes de la capital británica. La escritora, que nació en el barrio de Kensington y creó en el de Bloomsbury el famoso grupo literario del mismo nombre, comienza su andadura en los muelles de Londres y continúa hacia el oeste, pasando por la bulliciosa Oxford Street, las mansiones de Carlyle y Keats, la catedral de Saint Paul, la abadía de Westminster y la Cámara de los Comunes. El 'viaje literario' termina en la casa de la señora Crowe, la londinense del retrato, que en la edición de Lumen, sin embargo, abre el libro.
Exacto y tranquilo es el dibujo que hace Woolf de la dama, "una coleccionista de relaciones" que ha hecho "acopio de una cantidad ingente de información sobre vidas ajenas" sin apenas salir de su casa en 60 años. No es una mirada cruel, pero tampoco hace concesiones: Londres es un "pueblo", dice la autora de 'Las olas', y el material de que se compone la vida de la señora Crowe son básicamente "chismes".