Fragmento de la "Crónica" de Ramón Muntaner (Perelada, 1265-Ibiza, 1336) sobre el Reino de Aragón en el siglo XIII y comienzos del XIV. Como indica el título, el presente volumen se refiere sólo a la expedición de los almogávares –soldados mercenarios catalanes- a Bizancio y Grecia, en la que participó el propio cronista. Completa el volumen la toma por Ramón Muntaner de la isla de Djerba, en la costa de Túnez, para el Rey aragonés de Sicilia. La "Crónica" está escrita en catalán; la presente edición, y posiblemente también su traducción parcial, se realizó en Valencia, en las primeras décadas del siglo pasado, sin que conste en el volumen la fecha exacta.
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La "Crónica" de Ramón Muntaner forma parte de la épica y la literatura de la Corona de Aragón en la Edad Media. Cronológicamente comprende desde el año 1207, con el nacimiento de Jaime I, hasta 1328, en que tiene lugar la coronación de Alfonso IV. Los almogávares son figuras míticas en ese escenario. Aparecidos en los valles pirenaicos, formados como guerreros en la reconquista española y leales a la Corona de Aragón. Cuando Jaime I terminó aquella parte de la reconquista que le había sido encomendada con la toma del Reino musulmán de Murcia, los almogávares se emplearon como mercenarios en distintos escenarios del Mediterráneo: Sicilia, Bizancio –que Muntaner denomina "romanía" por ser prolongación del Imperio Romano de Oriente- y Grecia. Allí fundaron los ducados de Atenas y Neopatria, que se mantendrían a lo largo de un siglo gobernados por príncipes de la Corona de Aragón. Capitanes célebres de los almogávares fueron Roger de Flor, Berenguer de Rocafort y Berenguer de Entenza. Culminada la conquista de Sicilia, Roger puso a sus almogávares a disposición del emperador de Bizancio, el cual tenía su territorio parcialmente invadido por los turcos. Andrónico les encomendó expulsar a los turcos de las provincias de Anatolia y Armenia. Las victorias fueron inmediatas allí donde los griegos habían fracasado con tropas superiores. Roger contrajo matrimonio con una sobrina del Emperador, fue nombrado "megadux" y luego "cesar". Muntaner dibuja a los griegos como cobardes y traidores. En efecto, Miguel, el hijo de Andrónico, temiendo por sus derechos a la sucesión en el trono, invitó a un banquete a Roger de Flor y a sus capitanes y al final del mismo fueron asesinados. Al conocer la noticia las tropas arrasaron Bizancio en lo que se conoció como la "venganza catalana". Los almogávares se retiraron a Grecia donde arrebataron a los francos los ducados de Atenas y Neopatria y donde permanecieron por varias generaciones. El libro se abre con una visión imaginaria del autor en el que alguien le pide que ponga por escrito esta historia.