Una joven arqueóloga, que ya protagonizó otra novela de los autores cuyo título era "La ciudad sagrada", se ve inmersa, debido a la petición que le hace un misterioso agente del FBI, en la investigación de los restos de más de treinta personas, que fueron asesinadas a finales del siglo XIX.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2003 | Plaza y Janés. |
528 |
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En Manhattan, una de las más importantes empresas constructoras pretende levantar un bloque de apartamentos de lujo en el mismo lugar donde estuvo uno de los viejos “gabinetes de curiosidades” más importantes, entre otras construcciones. Durante el siglo diecinueve, se abrieron estos gabinetes para mostrar los artículos curiosos y extraños recogidos por investigadores y recopilados por todo el mundo, que se exhibían para el disfrute de la gente.
Durante los trabajos de excavación, un descubrimiento espeluznante abre una investigación sobre la matanza de treinta y seis jóvenes, torturados, mutilados mientras estaban vivos y cuidadosamente ocultados bajo el sótano del edificio, víctimas de un asesino que aterrorizó a la ciudad de Nueva York a finales del siglo XIX. La empresa constructora, con gran influencia en la zona, pretende seguir con el levantamiento de los apartamentos e intenta dejar el hallazgo en el olvido. Sin embargo, el agente especial Pendergast del FBI no está dispuesto a dejar sin resolver los asesinatos.
Pendergast convence a Nora Kelly, una arqueóloga del Museo de Historia Natural, para que le ayude en sus investigaciones. Juntos descubrirán sucios acontecimientos que les llevarán de los bajos fondos de los rascacielos de Manhattan a los archivos del propio Museo donde trabaja la arqueóloga, a averiguar oscuros datos como la existencia de un doctor misterioso que realizaba experimentos médicos con seres humanos vivos.
Pero lo peor está por llegar. La investigación se convierte en una caza de un asesino cuando sobre la ciudad se abre una oleada de asesinatos que recuerdan a los ocurridos un siglo antes. Aparecen nuevas víctimas, con sus cuerpos mutilados de igual forma que ocurriera cientos de años antes. La cuestión fundamental que tendrán que descubrir los protagonistas es cuál es la conexión entre unos asesinatos y otros, Qué tiene que ver el médico misterioso que podría haber sido el asesino del pasado, con el que ahora aparece y qué tipo de experimentos se hacían con los cuerpos de los jóvenes vivos
“Los asesinatos de Manhattan” está lleno de detalles científicos y misteriosos enigmas que trasladan al lector a un mundo de ficción y de acontecimientos terribles que bien pudieran ser reales. Además, no decepcionará al lector acostumbrado a las historias de ficción. Douglas Preston y Lincoln Child, sus autores, hacen de esta novela una historia emocionante llena de sorpresas, de singularidades científicas y de personajes fabulosos. Entre ellos, el agente Pendergast, un tipo similar a un Sherlock Holmes, recio y poco ortodoxo, que trabaja solo y es un hacha.
Por lo general, la novela es un relato extraordinario que emociona desde el inicio de sus páginas. Un dato más, aunque se han utilizado nombres de calles existentes en Manhattan, tanto en el pasado como en el presente, las instituciones públicas, las residencias y otros edificios mencionados son ficción o se han utilizado con este fin. En algunas ocasiones, además, se ha alterado la topografía de la ciudad de Nueva York para adaptarla a las exigencias del relato.
Douglas Preston y Lincoln Child son coautores de seis novelas más: “El ídolo perdido”, “Nivel 5”, “El relicario”, “El pozo de la muerte”, “La ciudad sagrada” y “Más allá del hielo”. Todas estas novelas se han convertido en best sellers internacionales. Preston ha trabajado en el Museo Norteamericano de Historia Natural y en la Universidad de Princeton. También ha escrito numerosos artículos para “The New Yorker” sobre temas científicos. Lincoln Child ha sido editor de varias antologías de cuentos de fantasmas y de terror y analista de