Mira a lo lejos

Selección de artículos de prensa del autor que tienen como argumento la felicidad: La edición francesa –“Propos sur le bonheur”- reúne noventa y nueve textos, en tanto que el edición española se queda en sesenta y seis. Ello, probablemente, ha obligado al editor a cambiarle el título por otro menos descriptivo y más simbólico, tomado de los mismos textos: “Mira a lo lejos”. En el artículo que lleva ese título el autor aconseja abrirse a los grandes espacios de la naturaleza, no ensimismarse. Los artículos recogidos en el presente volumen fueron publicados en la prensa diaria entre 1908 y 1924. La recopilación “Propos sur le bonheur” vio la luz en 1928 y ha sido objeto de numerosas reediciones en Francia hasta alcanzar el número de 500.000 ejemplares vendidos.

Ediciones

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2003 RBA
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Es importante situar a Alain en su época, principios del siglo XX, para apreciar la originalidad de su aportación. Contemporáneo de importantes corrientes de pensamiento, como el Marxismo o el Freudismo, Alain no se dejó arrastrar por ellas. Él cultiva el pensamiento ético y sus fuentes van desde Aristóteles y los filósofos estoicos y epicúreos, hasta Spinoza y Descartes, del cual alaba el "Tratado sobre las pasiones humanas".

Alain es un adelantado a su tiempo, que enlaza la Ética con la Psicología, lo cual será un fenómeno general a finales de siglo hasta llegar a nuestros días. Su interés por un pensamiento humanístico y práctico le llevará a la colaboración periodística, que cultivó asiduamente, como después Emmanuel Mounier o el español Ortega y Gasset. La colección de artículos "Propos sur le bonheur" –"Comentarios sobre la felicidad"- posiblemente es el primer libro de "autoayuda" que haya visto la luz.

La tesis fundamental del filósofo es la de que la felicidad no se alcanza, sino que se construye. La felicidad otorgada, como un premio de lotería, una herencia o un puesto que no se merece, es efímera, en tanto que la satisfacción por el trabajo bien hecho dura para siempre. Alain toma de los estoicos el rechazo de las pasiones, que considera contrarias a la objetividad y a la verdad, y de los epicúreos el amor a la naturaleza, la alegría y la amistad.

Encontramos en Alain consejos que después hemos escuchado muchas veces: "No rumiar las desdichas". "El pasado y el futuro no importan, vive en el presente". "La felicidad sólo se encuentra cuando no se busca". "Sonreír ya es empezar a ser feliz"; o bien "Hay que aprender a ser buen amigo de uno mismo". Incluso sus críticas a la religión de entonces las consideramos justas: "Hay que predicar la vida y no la muerte". "Ayudar a los demás a vivir, ayudarse a uno mismo a vivir, ésa es la verdadera caridad. La bondad es alegría. El amor es alegría".