No me toques

No estamos propiamente ante una novela de misterio, sino de un retrato psicológico. Así lo indica Camilleri en una Nota final a las que parece ser aficionado este autor; dice así: "El lector se habrá dado cuenta de que esta breve novela no pretende ser un relato policíaco sobre la desaparición de una joven, sino el intento de dibujar, con medios sencillos, un retrato femenino complejo, no tan infrecuente como pueda parecer a primera vista" (pág.185).

Si el ejemplo de Laura es frecuente resulta escalofriante. Una joven mujer a la que sobran los pretendientes -hoy se les llama novios- de los que pronto se cansa, termina refugiándose en los brazos de un viejo profesor que la ama y tolera sus infidelidades. A pesar de que la novela se titula "No me toques", la mujer se ha dejado tocar por bastante gente, aunque después se lo cuenta a su esposo. Parece ser la moda, te engaño pero luego te lo cuento, luego ya no hay engaño.

Laura ha acudido a un psicólogo-gurú buscando la respuesta para su vacío interior, algo que también está de moda; el psicólogo le da una respuesta acertada, pero difícil de abordar dada la situación de ella.

Dicen que Camilleri es un autor prolífico, no es extraño ya que es capaz de escribir una novela a partir de una anécdota. Son escenas, cuadros de la investigación de no más de dos o tres páginas, que el autor encabeza con la fecha en la que se han producido. Al lector, salvo que sea muy minucioso, le resultará incómodo ir situando las fechas en el tiempo, es más fácil prescindir de ellas.

La novela no aporta casi nada, ni siquiera entretenimiento por la falta de un argumento.