Opus Dei

El Opus Dei está rodeado de un aura de misterio y secretismo. Tras la publicación de El código da Vinci se reavivó el interés universal por conocer sus secretos. John L. Allen es el vaticanista más prestigioso del mundo. También él se sintió atraído por el misterio del Opus Dei y quiso saber que se ocultaba tras la fachada de esta prelatura personal. Allen ha conseguido que le abran todas las puertas de la organización. Para escribir este libro ha viajado a ocho países, realizado más de trescientas horas de entrevistas a miembros y detractores del Opus Dei e incluso ha vivido cinco días siguiendo sus reglas en una de sus residencias para comprender qué se siente al ser uno de sus miembros. El Opus Dei no ha censurado o alterado el contenido de esta obra. Lo que el lector tiene en sus manos es, simplemente, toda la verdad.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2006 Planeta
450
978-84-08-06710-8
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
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Se trata de uno de los libros más sólidos que he leído sobre el Opus Dei. Allen es un periodista católico que trabaja para el National Catholic Reporter y que reside habitualmente en Roma. Cuenta cómo, intrigado por las habladurías sobre el Opus Dei, sintió el deseo de averiguar qué había de realidad en ellas. El autor expone que dedicó un año a la elaboración del libro recibiendo para ello todo tipo de facilidades por parte de la Prelatura. Manifiesta haber residido durante cinco días en el Colegio Mayor Monterols, de Barcelona, para conocer su funcionamiento desde dentro; haberse "quemado las pestañas" leyendo todo lo publicado sobre la institución y tener grabadas trescientas horas de entrevistas realizadas en España, Italia, Reino Unido, Perú, Estados Unidos, Kenia y Uganda. Habló con antiguos miembros del Opus Dei, unos muy negativos con la Prelatura y su fundador y otros francamente favorables. Por último se entrevistó con el actual Prelado, el obispo español Mons. don Javier Echevarría Rodríguez, de quien escucho estas palabras conmovedoras: "Si a alguien le hemos hecho daño le pedimos perdón de todo corazón". El inconveniente de los libros escritos a partir de rumores y sospechas (recuerdo los de Vittorio Messori y el del periodista australiano William J. West) está en que se centran en averiguar la realidad sobre los rumores y no acceden al núcleo del mensaje del Opus Dei y su novedad: la llamada universal a la santidad de los bautizados; el trabajo, la sociedad y el mundo como escenario de esa santificación; los bienes de la tierra y las actividades humanas al servicio de la extensión del Reino de Dios o porqué el Opus Dei es una Prelatura personal y no otra cosa. Allen es un sujeto templado, con sentido del humor –está casado con una mujer judía de religión y políticamente de izquierdas- y es capaz de evaluar lo que ve y escucha sin pasar los hechos por el filtro de una ideología. "La ideología –afirma- es la corrupción de la razón y se asemeja moralmente a la falsedad". Concluye el libro recomendando que el Opus Dei debería mejorar su imagen externa aclarando, por escrito y al alcance de todos, los aspectos más debatidos sobre la Prelatura: qué es un numerario, porqué existen ramas separadas para hombres y mujeres dentro de la institución, el patrimonio del Opus Dei o la libertad con la que cuentan sus miembros. Cualquier consejo dado con buena intención debe ser tenido en cuenta y de hecho el Opus Dei ha publicado infinidad de textos que responden a estas cuestiones, sin embargo es difícil saber qué parte de las incomprensiones proviene de los errores propios y de la incapacidad para darse a entender, qué parte procede de la novedad del mensaje, ya que es evidente que el Opus Dei ha abierto caminos nuevos dentro de la Iglesia, y qué, por último, son habladurías difundidas por ignorancia. Cualquier esfuerzo de clarificación es importante, pero también es verdad que en el camino del cristiano se encuentra la Cruz y que ésta puede presentarse vestida de incomprensión o de cualquier otra forma. Cuentan –yo le he oído contar- que en una ocasión se encontraban juntos S.S. Juan Pablo II, la madre Teresa de Calcuta y el prelado del Opus Dei, el obispo Álvaro del Portillo, y que el papa preguntó a la Beata Teresa: "Madre ¿porqué todo el mundo habla bien de usted y mal de nosotros dos? Entonces la Madre meneó la cabeza y respondió. "Rece por mí Santidad, rece por mí". Hoy sabemos que la Beata Teresa fue duramente probada en su fe y en su esperanza mientras que a su alrededor todo el mundo la respetaba. Si bien sería una falta de amor a Dios e incluso de caridad con el prójimo permitir que se difundieran falsedades contra las obras de Dios en el mundo, no está en la naturaleza de las cosas gustar a todos por igual.

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Se trata de un extenso documento de investigación pewriodístico, de casi 500 páginas. El autor se dirige fundamentalmente al público anglosajón y especialmente americano. Su lectura resulta interesante para captar su mentalidad, distinta en muchas cosas a la europea. Su balance del Opus Dei es positivo, pero para llegar a él presenta muchos testimonios de exmiembros y se hace eco de toda la rumurología. Hay tres aspectos que se deberían heber subrayado más en la exposición. En primer lugar la sobrenaturalidad del Opus Dei, lo cual es clave para quienes confían y fundamentan sus vidas en la oración y en la conversión personal. En segundo lugar el aire de familia que es clave para entender la vida del Opus Dei y muchos de sus modos de actuar y trabajar. Finalmente la formación en libertad de los fieles de la Prelatura: una formación personal, muchas veces movida por el ejemplo y la oración desde ese ejemplo.