Opus Dei, Ficción y Realidad

West inicia su relato con la investigación realizada en 1984, por el Parlamento italiano, sobre la Prelatura católica del Opus Dei. Lo termina con otra comisión de investigación, la que impulsó en 1974 la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sydney (Australia), sobre una residencia universitaria dirigida por miembros del Opus Dei. Posiblemente este hecho fuera el que motivó a William West, periodista australiano especializado en cuestiones educativas, a querer informarse sobre la realidad del Opus Dei en todo el mundo. El libro recoge testimonios de miembros de la Prelatura de los cinco continentes. Hay una continuidad entre todos ellos. Si acaso se pudiera señalar una diferencia es la que se produce entre países en vías de desarrollo (Kenia, México, Filipinas) y países desarrollados. En los primeros el obstáculo es la pobreza. En los segundos es la propia cultura la que supone un obstáculo para vivir cristianamente. Al final se da la paradoja que puede ser más arduo vivir cristianamente en un país de tradición católica que en un país africano. Dentro de la diversidad de testimonios todos inciden en cuestiones similares. Especialmente en lo que se refiere al trabajo profesional. En Japón la tendencia es a trabajar todas las horas posibles al día; en los Estados Unidos a llegar a ser el número uno en la profesión; en todo el mundo un agricultor trabaja arduamente para obtener un pequeño rendimiento. Las circunstancias son distintas pero el resultado es el mismo: el rechazo y la exasperación frente al trabajo. El espíritu del Opus Dei lleva a ver ese trabajo como un medio de agradar a Dios y servir a los demás. Entonces deja de verse como una carga y, rectamente encauzado, hace más felices a las personas. El libro recoge una gran cantidad de casos: Desde una Asistente Social ciega, en Ciudad de México, que anima a otros ciegos a valerse por sí mismos, a un médico en Manila que deja de ver a los enfermos como una carga y una fuente de ingresos y empieza a pasar consulta gratuita en un hospital de caridad. Lo importante no es ver los testimonios como anécdotas aisladas, sino extraer de ellos pautas de comportamiento sobre la práctica cristiana, el espíritu de servicio y la atención a la familia como partes de la vocación cristiana; y aún más, un estilo de vida para cristianos y no cristianos.