Londres, década de 1880: antes de morir, James Alec Green, prestigioso periodista de investigación, echa al fuego un informe y prohíbe a su hija Penelope, de 17 años, que investigue sobre él. Sin embargo, tras la muerte de su padre, la joven decide retomar el caso. En su camino se cruzarán un marinero francés que está de permiso en Londres, un músico callejero de gran talento y una extraña sociedad secreta.
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Novela de suspense, primera
Novela de suspense, primera entrega de una serie detectivesca protagonizada por Penélope Green, una joven de 17 años, impulsiva y rebelde, que en la Inglaterra victoriana (hacia 1880) pretende decidir libremente qué quiere hacer en su vida y a qué profesión desea dedicarse. En la sociedad londinense de finales del siglo XIX, el papel de la mujer, especialmente de familia acomodada, estaba relegado al ámbito familiar y su finalidad era concertar un matrimonio ventajoso. Sin embargo, Penélope, huérfana de madre desde pequeña, ha sido educada por su padre de una forma diferente, más independiente y autónoma. Por ello, al fallecer su padre de manera imprevista a causa de una neumonía, la joven decide indagar sobre un caso misterioso que él no pudo resolver y dedicarse al periodismo de investigación.
Este misterioso caso (sobre la desaparición de varios niños perdidos desde hacía años) lleva a la protagonista a adentrarse en uno de los peores barrios de Londres, un mundo miserable lleno de violencia. La descripción de este espacio, dividido en barrios antagónicos, puede resultar increíble; pero cobra mayor sentido si se conocen las novelas de Dickens, que reflejan en la misma época esos mismos lugares como mundos incomunicados, barrios extraños. Como afirma Mariano Fazio en su obra El universo de Dickens: “Londres es un gran mundo que engloba pequeños mundos” (p.17). Barrios aislados, ignorados, miserables, donde la protagonista entra en otra dimensión que puede parecer irreal. Son lugares de huida y de aislamiento, donde pueden esconderse impunemente secretos terribles y espantosos asesinatos.
En esta primera aventura, Penélope conocerá a un marinero francés, Cyprien Bonaventure, que se convertirá en su guardaespaldas y en coprotagonista de los próximos episodios. Entre ellos se entabla una relación especial que le dará un toque romántico a toda la narración. Aunque se trata de una novela de estilo cuidado y de intriga bien construida, su lectura no es recomendable para todo el público juvenil, ya que la presentación de algunos hechos terribles y aterradores pueden impresionar negativamente a algunos lectores.