Desde una patria a punto de desaparecer, dos familias de distintas regiones de Prusia, los Schipper y los Hahlbrock, huyen junto a su pueblo en un éxodo suscitado por los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Prusia existía separada de Alemania, pero no era inmune a su fervor nacionalista ni a las bombas que extinguen vidas.
Las vidas de Arno Schipper e Ilse Hahlbrock, dos niños que no se conocen ni saben lo que les deparará el destino en otras tierras, coinciden en ese peregrinaje. Buscan escapar de la destrucción, del hambre y de la muerte, pero conservan la esperanza de paz y de reencuentro, y el deseo de hallar un lugar donde echar nuevas raíces.
Inspirada en hechos reales, Peregrinos es una novela estremecedora y extraordinariamente humana en el hilo de la mejor literatura contemporánea, que nos ofrece un punto de vista singular de uno de los conflictos más sobrecogedores de la Historia.
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Novela histórica sobre el
Novela histórica sobre el exilio del pueblo prusiano después de la Segunda Guerra Mundial. La obra está basada en los hechos reales acaecidos a dos familias prusianas que deben abandonar sus tierras para salvar la vida: por una parte, la familia Schipper, dueños de una pequeña granja, que sobrevivían gracias a sus trabajos de carpintería; por otra parte, los Hahlbrock dedicados a la agricultura para abastecer al ejército alemán y ayudados por prisioneros polacos, como mano de obra gratuita: “La tierra era prioridad para el Reich, sin alimento nadie aguanta una guerra” (p. 59). La euforia inicial con los discursos exaltados de Hitler en Königsberg y la ingenuidad del pueblo que creía en sus palabras, contrastarán con la situación de penuria y desamparo que poco a poco se cierne sobre la trama.
Esta euforia inicial estaba totalmente justificada desde un punto de vista histórico, ya que en 1918 (tras la PGM) tuvo lugar la abdicación del último rey prusiano, Guillermo II, y gran parte del territorio de Prusia pasó a la recién restablecida Polonia. De esta forma, el corredor polaco dividió a Prusia en dos partes y la zona oriental quedó totalmente separada del resto de Alemania. A partir de 1933, la recuperación de los territorios prusianos se convirtió en uno de los pilares del gobierno nazi y de su avance político, especialmente porque las fuerzas militares polacas habían perseguido con enorme violencia a los colonos prusianos y rusos. Así, el relato es muy interesante porque sitúa al lector en la “intrahistoria”, una perspectiva diferente sobre la Historia oficial. Esta otra cara de la Historia nos acerca a los personajes históricos reales desde un punto de vista distinto, en su vida cotidiana, en el día a día, todo aquello que está a la sombra de lo más conocido históricamente. De este modo, se combinan los hechos históricos con los hechos ficticios, propios de la narración literaria, y la suma de ambos confiere autenticidad y credibilidad al relato. En definitiva, su finalidad es transmitir el espíritu de una época y de un pueblo.
Como afirma la autora en el apéndice de la novela, la historia real se la contó Ilse Hahlbrock en Monterrey (México) muchos años después del éxodo. Tras décadas de sufrimiento y penalidades, allí se afincaron Arno Schipper y ella, con sus cinco hijos, para pasar el resto de sus vidas. Así, para focalizar su relato, Sofía Segovia utiliza diferentes puntos de vista que van pasando por los diversos personajes de las dos familias. De esta forma, se pueden escuchar alternativamente las voces de los padres, las madres, los hijos, los criados, incluso a través del estilo indirecto libre que permite a los lectores conocer los pensamientos, los sueños, las emociones de los protagonistas: una novela coral que forma con todas estas perspectivas un mosaico de seres humanos, supervivientes, luchadores llenos de fe, “desterrados peregrinos en busca de patria, sin bienvenida” (p. 599).