Políticamente incorrecta

Recopilación de trabajos periodísticos recientes de la autora. Como el libro vale mucho voy a empezar señalando sus defectos. Algunos de sus textos son intemporales, así las partes primera y tercera, que se refieren al ser humano y a su realidad; otros se refieren a cuestiones políticas y llevan fechas muy concretas, por ejemplo el 11-M. Ello hace que el lector se despiste sobre lo que está leyendo: ¿Es una crónica histórica y periodística o son reflexiones sobre el hombre, la mujer y la sociedad? Es todo junto y quizás algo desordenado, pero las reflexiones son lo mejor de todo; los comentarios políticos no hacen más que hurgar en una herida reciente y todavía no cerrada: el 11-M y todo lo que ha pasado después, en concreto este Gobierno. Un contraste demasiado fuerte. Cristina no oculta que es católica y habla como católica. Nos encanta, nos admira que el Espíritu Santo, que gobierna su Iglesia, haya querido prestar en los momentos actuales tanta sabiduría a algunos laicos, incluso a periodistas. La sabiduría tiene tres componentes: Sentido común, sentido sobrenatural y sentido del humor. Cristina destaca en los tres y en una honradez intelectual de fondo. Su estilo periodístico y literario es espléndido, no le sobra ni una palabra. Kipling contaba que se había formado como escritor trabajando en un periódico, donde cualquier palabra superflua era eliminada. Cristina parece que nunca hubiera hablado o escrito de otra manera: directa, fresca, concisa, sin argumentar, que es innecesario cuando lo que se está explicando es evidente. Cristina no es una supermujer, es una madre joven y entusiasta, tirando a gordita, que reconoce que a veces discute con sus hijos y con su marido, pero admite que todavía está enamorada de él y que le gustaría hacer el amor –ella lo dice así- más veces y sin prisas. Cuenta que pasó una época rebelde en su vida y que tuvo dudas de fe, pero que, sin embargo, se encontró con Cristo en la persona de Dom Luigi Giussani, impulsor del movimiento católico Comunión y Liberación. Incluso sugiere que es feliz. ¿Alguien da más?