Portarse bien con uno mismo, como lo dice el título, es una tarea sumamente ardua. Cada uno, muchas veces, se convierte en el peor juez, en el menos indicado. Muchas veces olvidamos que Dios ya nos ha perdonado y seguimos con un sentimiento de culpa por nuestros fallos que nos puede llevar a un profundo malestar con nosotros mismos y con los demás. Tratarse bien es parte también de entender a fondo la realidad del critiano, que no puede vivir como tal si no puede primero amarse como corresponde.
Comentarios
Un punto clave en los escritos de Grun es que se caracterizan por hacer una mezcla entre psicología y espiritualidad. Según el autor, es un buen modo de comprender cabalmente el mensaje de Jesús. Este libro es un interesante análisis de la culpa en el cristiano corriente y como poder manejarla para vivir más felices.