El pensamiento científico, y con él la influencia de la tecnología en nuestra cultura, se debate en un escéptico relativismo. La verdad aparece inalcanzable, provisional y convencional. Se percibe con intensidad que un vivir humano necesita conocer el sentido último de lo que existe. Los datos experimentales nos hablan de los hechos; ahora bien, ¿es posible que sea irreal todo aquello que no se puede comprobar al medir y pesar? ¿No será, más bien, que la realidad posee de suyo un significado que se escapa a los instrumentos de medida?
Repensar la ciencia es la historia viva de una científica que interroga al mundo de la vida acerca de su misterio, en la confianza de que la realidad creada habla y es un testigo honrado al que nadie puede sonsacar falsedades. En diálogo personal, abierto a todo interlocutor, la autora muestra un camino andadero y racionalmente legítimo, que permite escuchar y comprender el lenguaje simbólico de la naturaleza. Apasionada conocedora de los hechos biológicos, es capaz de relatárnoslos en la luminosidad profunda del misterio de la vida. Se percibe este relato como una auténtica liberación de la verdad de los estrechos límites de una ciencia positiva eficiente pero sorda.