Un día de principios de otoño de 2002, la luz de una pequeña y recóndita librería de la plaza del Rialto de Sevilla se apagó, sin ruido ni apenas despedidas, definitivamente. Su fundadora había empezado a vender libros diez años antes en otras librerías, donde aprendió muchas cosas, además de su oficio.
En la sucesión de vivencias que conforman estas deliciosas memorias parciales, Rubiano comparte con los lectores la insobornable vocación que le llevó a establecerse como librera en una esquina del mapa. Y lo hace con humor y con cándida sinceridad, porque salvo la satisfacción de trabajar entre libros y lectores entendemos desde el principio que nada es como había soñado y que en el oficio no faltan tormentas, marejadas y amargas decepciones. Pero también hay, afortunadamente, momentos delirantes, impagables lecciones y grandes alegrías.
Comentarios
La historia de un fracaso.
La historia de un fracaso. Tiene pasajes divertidos, sobre todo cuando cuenta detalles de por qué la gente va a comprar libros. Luego cuenta muchas peripecias y dificultades de su librería. Para quien esté interesado en abrir una, aprenderá aquí un montón de cuestiones prácticas sobre este negocio, pero pronto se dará cuenta de que no sirve para nada pues, al final, la conclusión es que es absurdo plantearse abrir una librería pequeña nueva. Hay en esta historia una buena dosis de autobombo, sin demasiado interés, y una dosis importante de amor a los libros. Algo siempre queda.