San Josemaría Escrivá y la familia
Junto a otros libros que tratan sobre el mismo tema, este presenta la originalidad y el atractivo de que estudia la familia no sólo a la luz de las enseñanzas, sino sobre todo de la misma vida de San Josemaría Escrivá de Balaguer, gobernada por un amor humano-divino.
Como ferviente enamorado, San Josemaría es auténtico modelo para los esposos que deseen hacer crecer y vivir en plenitud su amor mutuo.
En cuanto Padre de una familia a la vez sobrenatural y humana puede iluminar, con su acción y su palabra las relaciones más oportunas entre padres e hijos.
Y por su defensa convencida de la familia como motor de cambio de la humanidad, y de la mujer como núcleo y clave de la familia, es un excelente guía para instaurar en nuestro mundo la civilización del amor, tal como nos anima Juan Pablo II.
Tomás Melendo, con la mirada fija en San Josemaría Escrivá, descubre unas claves excelentes para hacer que la familia de hoy y cada uno de sus miembros alcancen la plenitud y felicidad a que se encuentran llamados.
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Comentarios
Cuando leí este libro, lo primero que pensé fue en mi novia. Ella vive en Pakistán, es musulmana y universitaria como yo. Los dos queremos en el futuro formar una familia musulmana fundada en la fe en el Corán. Me ha servido mucho. Tiene el sentido profundo de lo que es una familia real, como la que yo he vivido. Por desgracia muchos compañeros míos de clase no creen en Dios ni en la familia. Yo les he hablado de Tomás y a uno le he dejado este libro. Si quitáramos las referencias a Cristo, sería válido para cualquier musulmán.
Atif Musalf. Presidente de la Asociación de Universitarios Musulmanes de Málaga
El esquema de este libro es sencillo. Tres capítulos expositivos, tersos y tensos, amablemente tensos, que recorren el arco definido por el matrimonio, los hijos y la familia, están en el centro de la obra. Un capítulo de preparación se aproxima al modo en que San Josemaría entendía las relaciones entre el amor sobrenatural y el humano. Hay aquí apenas nueve páginas cruciales, que merecerían cinco libros monográficos. Y al final, como un epílogo, el capítulo quinto (dos páginas), que termina con una pregunta de San Josemaría: «¿Quién quiere que este pecador le dé el secreto de la felicidad?».
Hay en San Josemaría una comprensión particularmente aguda del «valor divino de lo humano»
En esta obra algo que resalta es como San José María Escrivá despierta el sentido dormido, lleva a encontrarse con el fondo del propio corazón o, lo que es lo mismo, a enfrentar la propia vida con «Cristo que pasa» a nuestro lado.