Shangai Hotel

Previamente a la Segunda Guerra Mundial China había sido escenario de numerosas confrontaciones. Las potencias occidentales, derrotando a los chinos, habían impuesto su presencia a través de Concesiones Internacionales en las principales ciudades del país. Pronto la vieja Emperatriz y su hijo serían destronados, estableciéndose la República. Mientras tanto en Shangai se concentran refugiados rusos y judíos alemanes, aventureros internacionales, revolucionarios chinos y espías japoneses.

La novela tiene un interés muy relativo. La autora emplea doscientas páginas en retratar a los que serán protagonistas del relato y el lector se pregunta qué relación tienen esas historias con el título. Finalmente, en la página 201, el lector se encuentra ya en Shangai donde coinciden los personajes que la autora ha presentado previamente. Algunos de ellos carecen de interés.

Los dos personajes principales son Bo Gum Chang, un antiguo coolie transformado en banquero y propietario del Hotel Shangai, y también Hellen Russell -antes Jelena Rubova-, una bella aventurera rusa que, de país en país y de matrimonio en matrimonio, ha alcanzado una posición social confortable. Actualmente está casada con un aristócrata inglés, alcoholizado y opiómano.

En conclusión, nos encontramos con una novela de entretenimiento, demasiado larga para tan poco argumento y que finaliza abruptamente. Puede tener interés para los aficcionados a la historia de China, aunque en ese sentido son más atractivas las novelas semi-autobiográficas de la chino-norteamericana Pearl S. Buck.