Nos llena de optimismo descubrir que en el panorama narrativo siguen surgiendo talentos que se abren paso con su buen hacer; es el caso del joven Javier Argüello, un escritor hispano-argentino nacido en Chile. Tal vez esta biográfica confusión espacial haya sido el caldo de cultivo de una imaginación desbordante que no duda en alterar también - aunque esta vez en la ficción - las coordenadas temporales. Al leer Siete cuentos imposibles entramos en un laberinto fantástico del que no resulta fácil escapar. ¿De verdad no sería posible, y hasta necesario, tener que recuperar alguna vez los planos de esa casa que desafía a la ley de la gravedad? ¿No es demasiada cercana la posibilidad de que un nuevo Zeezir invada los círculos académicos? ¿Quién puede asegurar que no volviera a ser posible encontrar a Enoch Soames caminando por las calles de Londres? Aunque la carta a Anastasia encierre aquella confesión reveladora:
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Nos llena de optimismo descubrir que en el panorama narrativo siguen surgiendo talentos que se abren paso con su buen hacer; es el caso del joven Javier Argüello, un escritor hispano-argentino nacido en Chile. Tal vez esta biográfica confusión espacial haya sido el caldo de cultivo de una imaginación desbordante que no duda en alterar también - aunque esta vez en la ficción - las coordenadas temporales. Al leer Siete cuentos imposibles entramos en un laberinto fantástico del que no resulta fácil escapar. ¿De verdad no sería posible, y hasta necesario, tener que recuperar alguna vez los planos de esa casa que desafía a la ley de la gravedad? ¿No es demasiada cercana la posibilidad de que un nuevo Zeezir invada los círculos académicos? ¿Quién puede asegurar que no volviera a ser posible encontrar a Enoch Soames caminando por las calles de Londres? Aunque la carta a Anastasia encierre aquella confesión reveladora: