Con las primeras nieves llegaban las grullas a los humedales de la isla de Hokkaido, en Japón. Tancho siempre miraba la extraña danza que realizaban desde su ventana. Pero un invierno tan solo apareció una pareja.
Inspirado en una historia real, este libro nos invita a vivir en profunda armonía con el mundo animal.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2021 | Akiara books |
48 |
978-84-17440-81-7 |
Ilustraciones del autor |
Comentarios
Álbum ilustrado sobre el
Álbum ilustrado sobre el cuidado de los animales y de la naturaleza. El protagonista es Yoshitaka, un niño que vive junto a los humedales de Hokkaido. Cada invierno espera con ilusión la llegada de las grullas a este lugar, y por esta razón todo el mundo le llama “Tancho”, que es el nombre de la grulla de corona roja en japonés (tan, ‘rojo’, y cho, ‘cima’ o ‘corona’). Pero, con el paso del tiempo, cada vez llegan menos aves a los humedales porque apenas encuentran comida en la nieve. Hasta que un año solamente retorna una pareja y Tancho decide alimentarlas con sus propias manos para salvarlas de la extinción y que las preciosas aves sigan regresando a Hokkaido cada invierno.
El autor de la obra, que está inspirada en hechos reales, es Luciano Lozano, que conoció esta historia en uno de sus viajes a Japón. El relato, que se completa con una guía de lectura, cuenta que Tancho (Yoshitaka Ito) fue nombrado por su gran hazaña “el guardián de las grullas” y en su granja se fundó el Centro de Conservación de Grullas de Japón. Hace más o menos un siglo, se creía que las grullas de corona roja se habían extinguido en Japón, pero en 1924 apareció un pequeño grupo de aves en la isla de Hokkaido, donde Yoshitaka (1919-2000) las alimentó diariamente durante años de noviembre a marzo.
El álbum se completa con las ilustraciones del mismo autor, en las que destaca la belleza de estas majestuosas aves, que representan la fidelidad, la lealtad y la paz en la cultura japonesa. Los dibujos, atractivos y delicados, están cargados de simbología, con tonos fríos para la época invernal y otros más cálidos para reflejar las otras estaciones del año. En conjunto, una obra recomendable que transmite un profundo respeto por la naturaleza y su conservación.