Tierra, tierra

Es la segunda obra autobiográfica de Sándor Márai tras "Confesiones de un burgués"donde describía la vida de la burguesía centroeuropea en el primer cuarto del siglo XX y esta escrita veinte años después de los acontecimientos evocados
¡Tierra, tierra! sitúa al lector como testigo directo de la agonía de la cultura europea y comienza cuando Márai tiene que abandonar Budapest en 1944 ante la inminente llegada de los nazis, que pocos meses después deberán retirarse por la ofensiva de las tropas rusas, y del proceso brutal de bolchevización emprendido por Rusia.
Esta segunda obra se inicia con el regreso de Márai a Budapest tras la victoria del ejército ruso. La capital está totalmente derruida, lo mismo que su casa que ha sido arrasada e incendiada incluyendo el precioso tesoro de los más de seis mil volúmenes de su biblioteca. Márai intenta rehacer su vida , aunque empieza a palpar los turbios métodos que están imponiendo los comunistas y la terrible constatación de la nueva era que se iniciaba: "Los que llevaban los uniformes eran iguales porque hacían lo mismo: ejecutar el Terror con eficacia".
Ante la tentación del exilio, decide regresar a su país para seguir escribiendo en húngaro, "el único idioma que soy capaz de utilizar para escribir". También comprueba la inconsciencia y la indiferencia de los occidentales hacia la suerte de cien millones de europeos de esa «periferia» que formaba el antiguo imperio austrohúngaro.
En el verano de 1948, el escritor húngaro aceptó una invitación para participar en unas jornadas literarias en Suiza. El telón de acero todavía no estaba completamente cerrado y él aún resultaba políticamente indiferente a los comunistas. Era su última oportunidad de conseguir un pasaporte para abandonar el país y ahora es cuando decide exiliarse. La decisión fue dramática, pero no se arrepintió. A partir de entonces su única patria sería la lengua húngara.