Tres mujeres y una venganza. Aura es la directora financiera de un banco a la que el presidente de la entidad ha acusado falsamente de desfalco; es inocente, pero tendrá que cumplir una pena de prisión.
Mari Paz es una gallega, antigua legionaria, que ha estado en los escenarios en los que han intervenido tropas españolas. En el Líbano vio morir a los miembros de su unidad, abandonó el ejército y trata de ahogar sus recuerdos en alcohol.
Sere es una informática excepcional con un problema, no le funciona bien la cabeza y tiene que echar los dados antes de tomar cualquier decisión, esto la imposibilita para un trabajo normal. Entre las tres mujeres llevarán a cabo la venganza de Aura contra el banco y su presidente.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2022 | Ediciones B |
596 |
978-84-6667-247-4 |
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Una novela de acción de
Una novela de acción de lectura ágil, con una credibilidad bastante limitada que compensan en parte otros aspectos, como la extraordinaria figura de Mari Paz, una ex-legionaria gallega, maleada por la vida, que congenia de inmediato con la protagonista, Aura, una ex-ejecutiva de un banco quien, debido a una pérfida maniobra de su antiguo jefe, va a entrar en breve en prisión, perdiendo así la tutela de sus dos hijas gemelas.
El trío de protagonistas se completa con una ingeniera e informática, Irene o Sere, que desarrolló por encargo el software que acabó con la carrera profesional de Aura y que, aunque tiene un certificado que acredita o al menos relativiza el diagnóstico, está como una cabra. Este tercer personaje y partes de la trama aparecen bastande desdibujados, como si el autor hubiera tenido prisas para acabar.
Las tres mujeres se enfrentan a una empresa informática de alta seguridad, a un casino ilegal cerca de Madrid y a un banco que está a punto de lanzar una maniobra fraudulenta para enriquecimiento de su jefe. Los métodos que utilizan son arriesgados, y cuentan en su intento con la ayuda de cuatro lejías, es decir, ex-legionarios, a los que la sociedad y su antiguo empleador han desechado y que han encontrado un modus vivendi aceptable en un piso compartido.
Al final de la novela, que deja numerosos flecos colgando, a modo de interfaces para futuras novelas, sean secuelas o precuelas, explica el autor que el libro pertenece al Universo Reina Roja, como lo llama él. En realidad, los libros pueden leerse de forma independiente, pero están de algún modo relacionados a través de sus personajes.
No cabe duda que el autor conoce su oficio, aunque pienso que ha escrito novelas mejores.
Hoy abundan las novelas
Hoy abundan las novelas policiacas; son fáciles de leer, se les hace mucha publicidad y dejan más dinero a las editoriales que, pongamos, los tratados de filosofía. Sus cualidades principales están en la personalidad de sus protagonistas -pensemos en Poirot, Sherlock Holmes o en el comisario Maigret- y en la capacidad de mantener el interés de los lectores hasta el final. La novela de Gómez-Jurado reúne esas características.
Cuando el papa Francisco habla de las personas que viven en los márgenes de la sociedad, no pensamos en las personas que un día lo tuvieron todo, lo pierden, pero están al cargo de sus hijos. Aura había llevado siempre una vida privilegiada y en la actualidad "había muerto Jaume -su esposo-, a ella la habían apuñalado, su jefe la había incriminado en un delito que no había cometido, su madre había enfermado y necesitaba cuidados. Todo se había esfumado" (pág.476); pronto vendrían a desahuciarla de su casa por impago de la hipoteca y no sabe qué será de sus hijas y de su madre cuando ella ingrese en prisión.
En ocasiones lamentamos las víctimas que se producen en las guerras y no pensamos en los supervivientes. Algunos vuelven a sus vidas de antes, pero otros arrastrarán para siempre el recuerdo de los peligros que han arrostrado en los que sus compañeros murieron. Pierden todo el interés por la vida y prefieren vivir su dolor en soledad, nadie puede comprenderles más que los que han atravesado por las mismas circunstancias; por eso, los amigos de Mari Paz son un grupo de legionarios como ella, que han acabado su servicio y viven en un edificio abandonado, al margen de la sociedad.
La tercera protagonista, el carácter más flojo de las tres mujeres, es una informática excepcional, pero que no está bien de la cabeza; para cualquier decisión acude a lo que le digan los dados y ello le impide desempeñar un trabajo normal.
Gómez-Jurado recrea ambientes que el lector no conocerá jamás, como la dirección de un banco en el que el presidente juega con la cotización en Bolsa de las acciones y es capaz de realizar ilegalidades para mantener la apariencia de un balance saneado. Ponzano, que así se llama el personaje, tiene a su disposición a una comisaria de policía corrupta que obedece sus órdenes: "Comienzas aceptando un regalo ..."- piensa ella amargamente- hasta que no puedes volverte atrás. Ponzano sabe que la comisaria Romero le sale cara, pero cree en el dinero como medio para fidelizar a sus colaboradores y desconfía de los que son honrados: "Muy poca gente encuentra oportuna la moral -decide-, ni siquiera conveniente. La persona que sigue creyendo en algo, incluso cuando no le conviene, resulta extraña y peligrosa. Por el contrario, alguien que solo cuesta dinero es comprensible, manejable, sale barato" (pág.495).
Mientras vivía su marido y ella tenía trabajo, Aura había vivido en medio de lujos: "Todos canalizábamos nuestra insatisfación vital -piensa-consumiendo más, para luego trabajar el doble y sentirnos aún más insatisfechos" (pág.476). Ahora, sin trabajo, sin dinero, sin marido y dispuesta a hacer cualquier cosa para no ingresar en prisión y perder a sus hijas, se ve a sí misma como un ser horrible. La conclusión a las que nos quiere llevar el autor es la de que no hay ser más peligroso que el que ya lo ha perdido todo, porque ya no tiene nada más a lo que renunciar y puede dedicarse a su venganza.
Una novela de entretenimiento, con unos protagonistas atrayentes y algunas páginas, pocas, algo aburridas. Para todo tipo de lectores.