Novela ambientada en Jerusalén durante la vida de Cristo. Conjuga admirablemente bien detalles históricos e imaginarios. Es una bonita reconstrucción donde se mezclan aventuras y personajes evangélicos. Eleazar, un chico judío, participa con sus amigos en la pasión y muerte de Cristo. Muy respetuosa con la figura de Jesucristo y útil para situarse en el contexto histórico.