Una isla en el mar rojo

Ediciones 98 rescata la novela Una isla en el mar rojo, de Wenceslao Fernández Flórez, publicada por primera y única vez en 1939. El autor padeció en Madrid, durante la Guerra Civil española, la dramática experiencia novelada en esta obra. Fue perseguido por su condición de cronista parlamentario del periódico ABC. Hubo de ocultarse en diversos lugares, entre ellos una embajada, para evitar ser conducido a una checa y ejecutado por los milicianos. El lector, página a página, irá descubriendo un magnífico fresco del Madrid revolucionario, fiel reflejo de lo que acontecía en la ciudad sitiada. Asimismo, las hondas emociones y sufrimientos, consecuencia de las zozobras, riesgos mortales, aislamientos y penalidades soportados por el autor, se plasman de forma magistral en el trasunto literario de tan angustiosa peripecia vital.

Se reedita esta novela de 1939, en la que el autor se inspira en lo que vivió durante la guerra civil española, en Madrid y en Valencia, hasta que logró pasar a Francia; vivencias que plasmó en El terror rojo, texto inédito en España hasta hace unos meses.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2021 Ediciones 98
363
978-84-121497-3-9

Edición cuidada, con epílogos de los herederos del autor y de Miguel Pardeza, estudioso de la literatura española del siglo XX.

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Género: 
Libro del mes: 
Febrero, 2022

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Madrid, verano de 1936. Ricardo es un joven abogado que ha ejercido profesionalmente como acusación particular en el juicio contra unos militantes de la CNT. Ellos no lo han olvidado y una vez que comienza la guerra le buscan para matarle. El joven siente la angustia de no poder volver a su domicilio que supone vigilado, y rueda por Madrid en busca de refugio. Finalmente, logra que le admitan en una legación diplomática donde pasará unos meses. Es la isla en el Mar Rojo, un oasis en mitad de la ola de izquierdismo, donde hay quien quiere su sangre.

Ricardo sale de la legación diplomática con destino a Barcelona desde donde -con otros compañeros y dirigidos por un guía- han de cruzar, a pie, los Pirineos hasta llegar a Francia. Desde allí esperan entrar en la zona sublevada. El autor califica la novela como un brazado de recuerdos atroces apoyado en una trama ficticia. Fernández Flórez reproduce la angustia del que se mueve por Madrid de un escondite a otro, rechazado por unos y aceptado por los de más allá. Igualmente, relata la difícil convivencia de los refugiados en la legación diplomática, el hambre, el miedo y el deseo de que todo termine pronto. Puede contarlo todo porque lo ha vivido en primera persona.

Se trata de un testimonio de parte, qué duda cabe. No he leído ninguna novela sobre la persecución por el otro bando de los republicanos, socialistas o masones, pero seguramente existirá esa novela. Se dice que la reacción internacional ante tanta sangre llevó a las dos partes a moderarse a finales de 1936. Ambos bandos necesitaban el respaldo y la aprobación de los gobiernos extranjeros.

La pregunta es si tiene sentido recordar estas cosas casi un siglo después de que tuvieran lugar -la llamada memoria democrática. Parece ser que a los españoles se nos dan maravillosamente los enfrentamientos civiles, aunque sean bajo la apariencia de un régimen democrático. La novela termina cuando Ricardo vuelve a España por Hendaya. Un compañero de viaje le cuenta que se dirige allí  para desempeñar un alto cargo, ya que a su antiguo jefe y titular del puesto le han matado en Madrid. Ricardo le saca de su error. El que su interlocutor piensa que ha muerto en realidad vive; estaba refugiado con él en la legación diplomática. Entonces su compañero se indigna: "¡Tan derechista, tan católico, con un cargo tan alto en la Administración!... Pero entonces ¿a quiénes matan esos miserables?". Le hubiera convenido que estuviera muerto para poder sustituirle.

Wenceslao Fernández Flórez tuvo fama de buen escritor. Fue cronista parlamentario para el diario monárquico ABC y publicó un buen número de novelas. Una isla en el Mar Rojo, salvando el realismo atroz que impone su temática, tiene rasgos literariamente apreciables. En su inicio recuerda a las novelas costumbristas del portugués Eca de Queiroz.

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Esta novela va ya por la segunda edición. Wenceslao Fernández Flórez narró para un periódico portugués lo que le había sucedido desde los comienzos de la guerra civil española en Madrid y hasta que logró salir de España. El texto se ha editado recientemente por primera vez en castellano (El terror rojo), también por Ediciones 98. Aquellos hechos tan dramáticos lo inspiraron para escribir esta novela, que se publicó en 1939 y se reedita ahora. La calidad literaria es innegable, el terror que se vivió en aquellos meses está muy bien expresado, con las descripciones de hechos, de ambientes, etc., pero también con las reflexiones del protagonista, Ricardo, un abogado al que se busca para asesinarlo, sobre la condición humana. Hay actitudes generosas y cobardes, pero sobre todo el pánico, la tensión del que no sabe si vivirá al día siguiente. Una novela importante sobre aquellos terribles sucesos. Luis Ramoneda