Biografía y testimonios sobre el médico y escritor Luis Martín-Santos (1924-1964). Hijo de un General de la Sanidad Militar, se licenció en Medicina con Premio Extraordinario y se especializó en Psiquiatría. Fue Director del Psiquiátrico de San Sebastián, desde 1951 hasta su muerte en 1964. En 1962 había publicado una novela, "Tiempo de silencio", que alcanzó un gran éxito y le abrió las puertas de los cenáculos literarios. Militó en el PSOE, lo cual le supuso varias detenciones y limitó sus expectativas profesionales. Estuvo casado con Rocío Laffón y tuvieron tres hijos. Su personalidad poliédrica hace que su biógrafo utilice el plural en "Vidas y Muertes...".
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El caso de Luis Martín-Santos es paradigmático de un hombre brillante y bien situado en tiempos del franquismo y compendio de sus contradicciones. Su padre, el General Martín-Santos, era originario de Salamanca y afincado en San Sebastián. A su madre se le diagnosticó una esquizofrenia. En el Colegio de los Marianistas Luis fue un estudiante destacado y Presidente de la Congregación Mariana. El General orientó a sus hijos, Luis y Leandro, al estudio de la Medicina, aunque el primero tenía dotes para las letras y el segundo para la mecánica. Luis se licenció en Medicina en 1946 con Premio Extraordinario y se especializó en Psiquiatría con López-Ibor. Dirigió su tesis el célebre historiador de la Medicina, don Pedro Laín Entralgo. En 1951 obtuvo la dirección del Psiquiátrico de San Sebastián, que regentó hasta su muerte. Realizó diversas publicaciones en materia psiquiátrica y fue muy querido por sus pacientes. Tenía igualmente una gran formación literaria y humanística; había leído a los clásicos y a los contemporáneos, poesía y de novela. Sartre ("El ser y la nada") fue para él una fuente de inspiración. En 1962 publicó su primera obra, "Tiempo de silencio", novela innovadora, que registra influencias de James Joyce y alcanzo un gran éxito. Por último se había afiliado al PSOE. Al año de su afiliación ya pertenecía a la Dirección Ejecutiva del Partido sita en el sur de Francia. Su esposa, Rocío Laffón, arrastraba también sus propias contradicciones. Hija de un "petainista" francés exiliado en España, era más de izquierdas que su marido. A pesar de su posicionamiento político el joven matrimonio frecuentaba la alta sociedad donostiarra, donde se mezclaban con nacionalistas y gente de derechas. El psicoanalista de Luis afirma que, pese a su apariencia, era un hombre atormentado. El afán de destacar en todo no deja mucho espacio para la paz interior. Luis renegó de sus maestros, López Ibor y Laín Entralgo, se declaró ateo y rechazó los sacramentos antes de su muerte. Rocío Laffón murió en 1963 en un accidente doméstico y Luis la siguió, diez meses más tarde, en uno de tráfico. Queda en el aire la pregunta de hasta dónde hubiera llegado Martín-Santos, de haber vivido más tiempo, en el campo de la Psiquiatría, la Literatura e incluso de la política. Cuando falleció no había cumplido cuarenta años y dejaba tres hijos. Los huérfanos llevaron una infancia penosa en casa de sus abuelos, donde no se mencionaba a sus padres porque habían sido de izquierdas. La mayor, Rocío, llegó a ser psiquiatra como su padre; Luis se dedicó a viajar buscando su propia identidad hasta que la encontró en la espiritualidad oriental, y Juan Pablo, después de pasar por el alcohol y las drogas, fue diagnosticado de esquizofrenia e ingresado en un psiquiátrico. "Sic transit gloria mundi".