Este poemario es un homenaje a lo frágil, a lo precario, a lo fugitivo. Supone un intento de arrancar certezas a lo aparentemente obvio: la realidad, concebida tan llena de misterio que se vuelve para la poeta causa continua de desazón. En ese afán de desvelamiento, surgen siempre nuevas preguntas. La autora revela que muchos aspectos de la realidad sólo pueden pensarse a través de un lenguaje lírico.