Según Cristina López Schlichting, en sus viajes como periodista «no ahorraba riesgos, no me importaba dormir en el suelo o utilizar letrinas inmundas; me era indiferente si había o no comida, si se trataba de subir montañas o bajar a las cuevas. Soy consciente de habérmela jugado cuando fui la primera periodista en entrar en la ciudad ocupada de Valona, en Albania, disfrazada de monja. De Marruecos volví con el cuerpo arado por los mordiscos del alambre bífido de la frontera; de las minas de Asturias salí molida por las agujetas. Estaba poseída por un fervor incesante, enamorada de mi profesión».
La autora ha reunido en estas páginas sus mejores trabajos y los comparte con los lectores. La vida en un harén, el contacto con un grupo de skinheads o las huellas de un desastre como el huracán Mitch dan forma a estas memorias de una reportera que, con el anzuelo del dolor o el de la alegría, se ha visto siempre atrapada en las redes de la realidad.
Trabajos fruto de mimetizarse con el ambiente, enterarse de cuanto ocurría, apuntarlo con minuciosidad de notario y transmitirlo a sus lectores para que pudiesen vivir la aventura a través de sus experiencias.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2008 | La esfera de los libros |
296 |
9788497347334 |
Comentarios
A pesar de su vocación de “reportajes periodísticos” a la que estaban llamados en su origen, los reportajes aportan información básica para que el lector se haga una mejor composición del lugar y pueda así disfrutar, aún más si cabe, de su lectura.
Hay artículos emotivos, otros divertidos, otros preocupantes o de denuncia y todos enriquecedores, amenos e invitan a la reflexión.
Resultan especialmente llamativos los pasajes en los que la autora ha visto en riesgo su vida.