Las costumbres del País

Edith Wharton pasa por ser, merecidamente, una de las mejores escritoras de los Estados Unidos. Sus novelas recrean el mundo aristocrático de la Nueva York de principios del siglo XX y finales del XIX. Uno de sus temas predilectos es la hipocresía de un cierto sector de sus habitantes, esclavos de las convenciones sociales y la fastuosidad, y alejados por completo de cualquier asomo de autenticidad. Los que se propongan ser sinceros y auténticos se comprometerán entonces a llevar una vida dura e incomprendida. Uno de los personajes más conseguidos por la escritora es Undine Spragg, protagonista de Las costumbres del país, un arquetipo de la concepción vital que la escritora disecciona con maestría en sus novelas. Undine pasará por lo que haya que pasar, sea lo que sea, para conseguir entrar en el mundo aristócrata del que desea ser protagonista. La prosa primorosa de Wharton no tiene nada que envidiar a la de quien ella consideraba su maestro, Henry James.