Entre las claves de este siglo que acaba, resalta la relevancia de la Iglesia Católica en el panorama internacional. Este ensayo alterna la relación de lo acontecido con una interpretación rigurosa de los hechos que facilita su comprensión. Son especialmente interesantes los primeros capítulos que recogen la vida de la Iglesia desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta el turbulento postconcilio del Vaticano II. Es destacable también el análisis de los últimos veinte años, precisamente por alejarse de los habituales clichés.