Cristianos y democracia
La Iglesia y la democracia se sitúan en niveles distintos de la realidad, pero afectan de diverso modo a la sociedad y a buena parte de los ciudadanos, en concreto, a los cristianos. Los miembros de la Iglesia, son al mismo tiempo miembros de la sociedad civil y ciudadanos, pero en cambio no todos los ciudadanos pertenecen a la Iglesia.
Sobre esa base surge la cuestión, siempre cargada de interés, y con frecuencia, de palpitante actualidad, de las relaciones entre la Iglesia y la democracia. Tanto el confesionalismo como, de forma particular, el laicismo del Estado son respuestas que no respetan la justa libertad de los ciudadanos. Juristas, políticos, profesores de Universidad, teólogos e historiadores reflexionan en este volumen sobre estas apasionantes cuestiones.
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El libro consta de 15 capítulos de diversos autores que se articulan en torno a tres bloques temáticos: (1) La doctrina de la Iglesia sobre la democracia; la cuestión de las relaciones entre democracia y relativismo; la relación entre democracia, verdad y tolerancia; laicidad y laicismo; el sentido de las intervenciones de la iglesia acerca de cuestiones que afecta a la vida pública; la ética civil; finalmente, un estudio sobre el tratamiento de la Iglesia en los medios. (2) Cuestiones que tienen una relación más directa con España: la cuestión religiosa en la Constitución de 1978 y la libertad de enseñanza y la educación religiosa. (3) Aborda dos grandes problemáticas que afectan a las relaciones entre la Iglesia y el estado: lo que se refiere a la vida y al matrimonio y la familia. En el apéndice aparece un texto de Mons. Fernando Sebastián sobre "la Iglesia en democracia", en concreto "Carta desde la fe". --- En el conjunto de la obra resulta atractiva la rigurosa exposición y los matices que cada autor introduce: no se trata de una exposición monolítica, sino de argumentación inteligente y libre. Ponen de manifiesto este modo de proceder y entender común de la realidad democrática unas palabras de la introducción: "lo que daña a la democracia no son las propuestas que se hacen en el espacio público, sean las que sean, sino la imposición o el rechazo de esas propuestas sin discusión ni argumentación. Cuando eso sucede -y no dejaría de ser una imposición aunque se siguiera la corrección procedimental de una votación- aparece en su desnudez la pura y dura lucha por el dominio sobre los demás" (p. 11).
Me ha parecido un libro muy difícil de leer. No lo veo orientado hacia el gran público sino hacia expertos en Educación, Derecho, Ciencias Políticas, etc. con muy buena formación.