Con un lenguaje directo, lleno de humor, Miguel Torga construye la figura del señor Ventura. Un hombre que, sin renunciar a la nostalgia por sus orígenes portugueses, viaja incansable por el lejano Oriente: Pekín, Shanghai, Macao...
La amistad, el amor, la paternidad, el contrabando y hasta la producción de heroína como recurso de supervivencia, nos dan las claves de un hombre de acción cuya entrega a la aventura no conoce el desaliento
Comentarios
Es una narración de forma aparente demasiado simple, con personajes y situaciones que se presentan más como esquemas que en la manifestación de acabados retratos. No obstante la rotundidad y hondura de su contenido no dejan duda de que el relato es buena literatura y su fondo quiere llevar todo el aire de las virtudes colectivas y personales del alma portuguesa. Miguel Torga ha sabido encarnar en su obra poética y narrativa la esencia de tantos valores y anhelos humanos; y lo hace casi siempre de una forma dramática, un tanto desgarrada y siempre enraizada en la tierra y el carácter portugués; incluso, si cabe, de una manera especial en los paisajes y paisanos de su región de origen trasmontano y del Alentejo, por las que parecía sentir una mayor sintonía emocional. Y en esta novela también lo consigue de una manera muy clara.
En definitiva, un libro que por suerte fue rescatado y mejorado, para la delicia de su lectura y para recordar como una obra importante de un autor magnífico.
(de Ángel García Prieto)