Con un lenguaje directo, lleno de humor, Miguel Torga construye la figura del señor Ventura. Un hombre que, sin renunciar a la nostalgia por sus orígenes portugueses, viaja incansable por el lejano Oriente: Pekín, Shanghai, Macao...
La amistad, el amor, la paternidad, el contrabando y hasta la producción de heroína como recurso de supervivencia, nos dan las claves de un hombre de acción cuya entrega a la aventura no conoce el desaliento