Aquí se reune una colección de retratos de villanos famosos, como por ejemplo, Tom Castro, Monk Eastman, Billy the Kid, etc. También un apartado de seis textos sobre magia complementan el panorama de iniquidad en diferentes medios culturales.
"Los ejercicios de prosa narrativa que integran este libro fueron ejecutados de 1933 a 1934". "Ya el excesivo título de estas páginas proclama su naturaleza barroca (...), la palabra infamia aturde en el título, pero no es otra cosa que apariencia" (Del prólogo).
No he leído mucho de José Luís Borges, pero me da la impresión que no es bueno elaborando argumentos, que lo suyo son los cuentos fantásticos; quizá un precedente de lo que luego se conocería como "realismo fantástico".
Un atractivo del autor es el uso del lenguaje popular (dialectal) argentino, conocido como "lunfardo". Con esta jerga está escrito el cuento que lleva por título "Hombre de la esquina rosada". El lector no entiende las palabras, pero sí el sentido general del relato. El habla popular bonaerense es agradable de escuchar y de leer aunque su significado pueda parecer un acertijo al lector.
Reconoce Borges en el Prólogo que el título es un poco excesivo,`para algo que califica como ejercicios de prosa narrativa inspirados en relecturas de R.L.Stevenson y Chesterton. En resumen, nos encontramos ante unos cuentecillos sin demasiado interés, que intentan lo misterioso y criminal. En cuanto al barroquismo de Borges no cabe la menor duda.
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"Los ejercicios de prosa
"Los ejercicios de prosa narrativa que integran este libro fueron ejecutados de 1933 a 1934". "Ya el excesivo título de estas páginas proclama su naturaleza barroca (...), la palabra infamia aturde en el título, pero no es otra cosa que apariencia" (Del prólogo).
No he leído mucho de José Luís Borges, pero me da la impresión que no es bueno elaborando argumentos, que lo suyo son los cuentos fantásticos; quizá un precedente de lo que luego se conocería como "realismo fantástico".
Un atractivo del autor es el uso del lenguaje popular (dialectal) argentino, conocido como "lunfardo". Con esta jerga está escrito el cuento que lleva por título "Hombre de la esquina rosada". El lector no entiende las palabras, pero sí el sentido general del relato. El habla popular bonaerense es agradable de escuchar y de leer aunque su significado pueda parecer un acertijo al lector.
Reconoce Borges en el Prólogo que el título es un poco excesivo,`para algo que califica como ejercicios de prosa narrativa inspirados en relecturas de R.L.Stevenson y Chesterton. En resumen, nos encontramos ante unos cuentecillos sin demasiado interés, que intentan lo misterioso y criminal. En cuanto al barroquismo de Borges no cabe la menor duda.
Libro recomendable por la perspicaz vision del autor encomiando varios personajes conocidos