Ni el Mirlo, ni el Topo, ni el Erizo saben cómo ayudar a dos ranitas que han quedado solas en este mundo. Sin embargo, la mamá Ratón les hace ver que todos los pequeños necesitan las mismas cosas (un lugar donde vivir y jugar, buenos alimentos y mucho cariño) y que, si todos colaboran un poco, las ranitas encontrarán una gran familia...
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2005 | Vicens Vives |
35 |
Traducción de Miguel Tristán. Ilustrado por Eve Tharlet. (Col. Piñata, 13) |
Comentarios
Se trata de un cuento de animales personalizados que actúan con sentimientos humanos: se compadecen, dialogan tratando de buscar solución a los problemas, tienen instinto maternal, y como los seres humanos los hay de todo tipo: los que ven lo primero las dificultades, otros son más optimistas, los hay generosos... cada uno hace lo que puede para aportar al conjunto su "granito de arena". En este sentido resalta el trabajo en equipo. Y así, a pesar de las diferencias, unos aprenden de otros, y todos se enriquecen. El cuento está magníficamente ilustrado, a todo color, con dibujos muy tiernos y expresivos que complementan bien el texto.