Nikolaus Tarabas es una de las grandes figuras novelescas de Joseph Roth. Pero, sobre todo, es uno de los escasos personajes de la literatura moderna que representa, inmediatamente, un destino. Su única patria será la guerra, la cruel, caótica guerra que llamea en la frontera occidental del Imperio ruso en el momento de su segregación. Y en el relato de esta guerra -donde Tarabas deviene de pronto una encarnación del guerrero terrible, déspota devastador, cazador astuto a la búsqueda de su víctima- Roth se abandona al ritmo grandioso de la épica. Esta novela, escrita en plena madurez (1934), en la que parece resonar la brutalidad que hierve en Europa, es, sin embargo, una aplastante parábola sobre la violencia. A la violencia colectiva (páginas memorables están dedicadas al desencadenamiento de un pogrom) se añade aquí la violencia de un ser como Tarabas, "pozo profundo y oscuro", tal vez el personaje más afín, en Roth, a ciertas admirables figuras de la novela rusa.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2007 | Acantilado |
257 |
978-84-96834-08-8 |
Comentarios
No es lo que más me ha gustado de Roth, pero no deja de ser una buena novela. El personaje tiene fuerza y lleva en sí las contradicciones y las tragedias del ser humano. Es caso un símbolo.
Ninguna novela de Joseph Roth decepciona. Además suelen ser novelas relativamente breves, de menos de 200 páginas. Sus protagonistas son seres errantes, desarraigados, que tras la Primera Guerra Mundial han perdido sus señas de identidad en una Europa que ha quedado transformada en sus fronteras y en sus nuevas ideologías. Al comienzo, el protagonista, judío como el autor, después de vivir una temporada en América, regresa a su patria rusa, al empezar la Gran Guerra, dispuesto a luchar. La guerra le transformará y, en un mundo también transformado, no podrá dejar de luchar, hasta que un incidente le hará cambiar el rumbo de su vida.