Desde hace tiempo es evidente que la ciencia va más deprisa de lo que nuestras intuiciones morales son capaces de asumir: hoy ya es materialmente posible encargar una mascota exactamente igual que la que acabamos de enterrar; o reivindicar que se asegure que nuestros hijos tendrán las mismas determinaciones genéticas que nosotros, incluso cuando consisten en algo como la sordera. La mayoría de las personas se sienten cuando menos incómodas ante algunas de las posibilidades que abre la ingeniería genética, aunque no siempre les resulta fácil explicar por qué. ¿Qué tiene de malo manipular nuestra naturaleza? ¿Dónde están las líneas rojas, si las hay?
Contra la perfección explora estos y otros dilemas morales relacionados con la búsqueda de nuestro propio perfeccionamiento. Michael Sandel argumenta que la búsqueda de la perfección es imperfecta por razones que van más allá de la seguridad y de la equidad, y nos lleva más allá de los familiares términos del discurso político para mostrarnos que la revolución genética transformará el modo en que se discute sobre cuestiones éticas y obligará a reintroducir las cuestiones de orden espiritual en el centro del debate político.
Para debatir sobre la ética del perfeccionamiento es preciso abordar preguntas que el mundo moderno ha ignorado desde mucho tiempo atrás, en gran medida porque bordean el terreno tradicional de la teología. Pero nuestros nuevos poderes en el ámbito de la biotecnología hacen inevitables estas preguntas. Abordarlas es la tarea de este libro, escrito por uno de los filósofos políticos norteamericanos más notables.